Tu salud mental debe ser una prioridad, por Erik Vallejo

   Vivimos en una sociedad que valora exageradamente el éxito profesional (o más bien, lo que se considera “éxito profesional), las opiniones de los demás y el cumplimiento de expectativas sociales, y como consecuencia, muchas veces dejamos de lado lo más importante: nuestra salud mental. Nos vemos atrapados en la búsqueda constante de logros profesionales, la acumulación de dinero, el deseo de ser aceptados por los demás y la necesidad de cumplir con expectativas familiares. Sin embargo, cuidar nuestro bienestar emocional no es una opción, es una necesidad. Si proteger tu equilibrio mental implica decepcionar a alguien, no lo dudes ni un segundo: elige tu bienestar primero.

Salud mental

El peso de la opinión de los demás

    Es común que nos sintamos presionados para agradar y cumplir con lo que los demás esperan de nosotros. Según un estudio de Baumeister y Leary (1995), el ser humano tiene una necesidad fundamental de pertenencia, lo que puede explicar por qué muchas veces damos más importancia a las opiniones externas sobre nuestro propio bienestar. Sin embargo, intentar complacer a todos constantemente puede deteriorar nuestra salud mental. No podemos, ni debemos cargar con la responsabilidad de cumplir con las expectativas ajenas a costa de nuestro bienestar.

     El psicólogo Abraham Maslow (1943), en su teoría de la jerarquía de necesidades, explica que después de cubrir las necesidades básicas, las personas buscan pertenecer a un grupo y formar relaciones. Sin embargo, también señala que esta necesidad no debe ser perseguida a costa del bienestar emocional, es decir, buscar constantemente la aprobación externa puede llevar a sacrificar las propias necesidades y valores, lo cual no es sano.

La importancia del autocuidado

     Cuidar de nuestra salud mental no solo implica alejarnos de todo aquello que nos hace daño, sino también trabajar en nuestro crecimiento personal. Es cierto que debemos protegernos, ya sea renunciando a la necesidad de complacer a los demás o dejando de valorar lo material por encima de nuestro bienestar, sin embargo, el autocuidado no debe convertirse en una excusa para eludir responsabilidades o aislarnos de los demás.

     La psicóloga Kristin Neff (2003), menciona que es muy importante tratarnos con amabilidad, ser autocompasivos, pero también debemos hacernos responsables de nuestro crecimiento y bienestar emocional. Esto significa que, aunque el autocuidado es esencial, no debemos permitir que nuestras dificultades nos paralicen, nos hagan renunciar a nuestras metas o relaciones. En otras palabras, los problemas en nuestra salud mental no pueden ser una excusa para abandonar nuestras responsabilidades, aislarnos de los demás o resignarnos sin buscar alternativas.

Acciones para sanar y crecer

     Una de las mejores formas de cuidar nuestra salud mental es reconocer cuando necesitamos ayuda externa. La terapia, por ejemplo, es una herramienta poderosa para aprender a gestionar nuestras emociones, sanar heridas emocionales de infancia y desarrollar estrategias para enfrentar los desafíos de la vida. Existen múltiples enfoques terapéuticos, cada uno de ellos puede dar resultados de acuerdo al tipo de problema, la receptividad de la persona y la competencia del profesional. Soy un fiel defensor de la terapia psicológica en combinación con la hipnosis y algunas estrategias de la Programación Neurolingüística (PNL), pues ofrecen un camino más profundo para entender nuestros patrones de pensamiento y conducta.

En este sentido, te quiero proponer algunas estrategias para comenzar a darle más prioridad a tu salud mental:

  1. Despréndete de las expectativas ajenas: deja de darle tanta importancia a lo que los demás piensen de ti. Por ejemplo, si sientes que necesitas cambiar de trabajo porque te afecta emocionalmente, hazlo, incluso si algunos no lo entienden. No intentes cumplir con las expectativas de tu familia, pareja o amigos si eso va en contra de tu salud mental. Está bien decepcionar a otros si eso significa cuidar de ti misma y mantener tu bienestar.

  2. Practica el autocuidado consciente: dedica tiempo a ti misma, ya sea con actividades como leer, meditar o hacer ejercicio. Sin embargo, asegúrate de que este tiempo también te impulse a mejorar en áreas importantes de tu vida, como el manejo del estrés o las relaciones. Por ejemplo, puedes hacer una lista diaria de cosas que te hacen sentir bien, pero también incluir pequeñas metas que te acerquen a tus objetivos personales.

  3. Identifica factores de riesgo: debes analizar si existen personas, lugares o hábitos que van en detrimento de tu salud en general. Por ejemplo, el tener una relación de noviazgo tóxica, frecuentar lugares que te generan ansiedad o tener malos hábitos como fumar, beber licor, ser sedentaria, mala alimentación o no descansar adecuadamente. Una vez identifiques estos factores de riesgo, busca eliminarlos o reemplazarlos por nuevos hábitos de vida que mejoren tu salud mental.

  4. Desarrolla la autocompasión: trátate con la misma comprensión que ofrecerías a un amigo. Si cometes un error o tienes un mal día, recuerda que eso no te define. Por ejemplo, si no logras completar todas tus tareas en el trabajo, en lugar de criticarte, reconoce lo que hiciste bien y piensa en cómo puedes mejorar sin castigarte emocionalmente.

  5. Prioriza tu salud mental sobre todo lo demás: recuerda que tu bienestar emocional es más importante que el trabajo, el dinero o las expectativas sociales. Si te sientes agotada emocionalmente, tómate un respiro, sin importar lo que otros piensen. Por ejemplo, si estás enfrentando una gran cantidad de estrés laboral, puede ser útil negociar un horario flexible o delegar tareas, en lugar de forzarte a continuar sin descanso.

  6. Busca ayuda profesional: si te resulta difícil gestionar tus emociones por ti misma, considera acudir a terapia. Por ejemplo, si te sientes atrapada en patrones de ansiedad o estrés, los Sistemas Inteligentes de Hipnosis y PNL-F que ofrezco pueden ayudarte a comprender tus emociones y darte herramientas para superarlas de manera efectiva.

     Finalmente, tu salud mental es la base sobre el cual se construye todo lo demás en tu vida. Priorizar tu bienestar mental no es un acto de egoísmo ni de debilidad; al contrario, es una manifestación de fortaleza y sabiduría. Cuidar de ti misma no significa evitar las dificultades o aislártela, sino que implica trabajar en tu crecimiento personal y buscar el apoyo que necesites para sanar.

     Cuando enfrentamos desafíos, es normal que nos afecten emocionalmente y, en algunos casos, pueden ser muy difíciles de manejar. Es necesario darnos el tiempo para recuperarnos, pero esto no debe convertirse en una excusa para abandonar tus responsabilidades o alejarte de los demás. En lugar de retirarte, busca el equilibrio entre atender tus necesidades emocionales y mantenerte comprometida con tus responsabilidades y relaciones.

 

Te invito a que leas: Relaciones sanas, conversaciones incómodas

Referencias: 

Baumeister, R. F., & Leary, M. R. (1995). The Need to Belong: Desire for Interpersonal Attachments as a Fundamental Human Motivation. Psychological Bulletin, 117(3), 497-529.


Neff, K. D. (2003). The Development and Validation of a Scale to Measure Self-Compassion. Self and Identity, 2(3), 223-250.


James, T., & Shephard, W. (2001). Patterns of Hypnotic Techniques: A Comprehensive Guide to the Principles and Practice of Hypnosis. Meta Publications.


Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50(4), 370-396.

¿Cómo citar este artículo? 
APA7: Vallejo, E. (9 de septiembre de 2024). Tu salud mental es más importante. Erik Vallejo. https://erikvallejof.com/saludmental

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